Con apenas cinco años, interpreta a la hija de Darío Lopilato en "Atracción x 4". En la vida real es hija de la autora Marcela Citterio.
Su madre la presenta como "un canto a la alegría, un cascabelito que reina donde va". Y pese a la escasa objetividad que, se sabe, puede mostrar todo padre orgulloso de su hijo, bastarán cinco minutos para comprobar que la diminuta Chiara Francia, actriz de Atracción x 4 (Canal 13, a las 19) es exactamente eso, además de una suerte de pichón de Brenda Asnicar, la líder de las divinas en Patito feo.
A los cinco años, Chiara encarna con frescura a Simona, la hija de Darío Lopilato en la tira juvenil de Ideas del Sur. Aún no sabe leer ni escribir, pero se las ingenia para que alguien le lea los parlamentos que después repetirá en escena. "Mi abuela Alicia vive conmigo y me ayuda a estudiarme la letra", advierte, mientras se acomoda el vestido de marinera y los rulos al mejor estilo Shirley Temple.
El temprano aterrizaje en televisión se dio a sus tres años, en el último capítulo de Amor en custodia, donde personificaba a la hija de Carolina Papaleo y Raúl Taibo. Dos años después, fue su madre (la guionista Marcela Citterio, autora de los libros de Patito... y de Amor en custodia, entre otros títulos) quien accedió a sus reiterados pedidos y le permitió participar de un casting que se hizo justamente en su casa. "Mi mamá pensaba que no iba a actuar bien, pero no fue tan difícil. Me dio un poquito de vergüenza pero lo hice bien", se larga a explicar, gestual. Y, como buena hija entrenada para agradecer a esos escritores siempre olvidados, se despacha graciosa con un agradecimiento: "Gracias a Teresa (Donato) y Horacio (Marshall) como dice mi mamá, quienes escriben historias".
Con una seguridad arrolladora para la edad, "Tati" —así la llaman sus más íntimos, por pedido de ella— no se dejó convencer a la hora de ingresar al elenco de Atracción..., ni por su papá, quien se opone a una carrera de actriz para su hija. "Por favor, por favor te lo suplico, le dije de rodillas. Y me dejó", representa dramática. "Tengo la esperanza de que ella algún día escriba y no actúe", agrega, cómico, su padre.
Chiara Emma cuenta que instaló en la oficina de su madre "una oficinita para ayudarle a contar historias y darle ideas". Allí la imita y juega a escribir cuentos, "como el de una nena sin nariz que se enamora de un príncipe", dispara creativa y sueña con "actuar un día de mala, como Brenda" (Asnicar). Mientras se codea con la incipiente popularidad ("en el colegio y en un shopping el otro día me dijeron que me vieron en la tele", advierte), dosifica tanta energía entre las clases de baile en la escuela de Reina Reech, la TV y el jardín de infantes. Y regala una sinceridad brutal: "Mi único amigo en la tele es Darío Lopilato y Ciro (el apuntador). Los demás, no".
Fanática de la pantalla chica en general y de la actriz y cantante Miley Cyrus (Hannah Montana), sus padres cuentan que en un viaje familiar a Beverly Hills, un hombre con aspecto de magnate del espectáculo se acercó misterioso a ellos para darles un consejo: "Esta nena va a ser una estrella. Por favor, déjenla ser", advirtió exagerado y se esfumó sin aviso. A lo que esta niña "dinamita", atenta a cada palabra, agrega: "Me porto bien. Lo que más me gusta es el colegio. ¿Si soy igual que Simona? Yo no soy tan explosiva... en casa".
A los cinco años, Chiara encarna con frescura a Simona, la hija de Darío Lopilato en la tira juvenil de Ideas del Sur. Aún no sabe leer ni escribir, pero se las ingenia para que alguien le lea los parlamentos que después repetirá en escena. "Mi abuela Alicia vive conmigo y me ayuda a estudiarme la letra", advierte, mientras se acomoda el vestido de marinera y los rulos al mejor estilo Shirley Temple.
El temprano aterrizaje en televisión se dio a sus tres años, en el último capítulo de Amor en custodia, donde personificaba a la hija de Carolina Papaleo y Raúl Taibo. Dos años después, fue su madre (la guionista Marcela Citterio, autora de los libros de Patito... y de Amor en custodia, entre otros títulos) quien accedió a sus reiterados pedidos y le permitió participar de un casting que se hizo justamente en su casa. "Mi mamá pensaba que no iba a actuar bien, pero no fue tan difícil. Me dio un poquito de vergüenza pero lo hice bien", se larga a explicar, gestual. Y, como buena hija entrenada para agradecer a esos escritores siempre olvidados, se despacha graciosa con un agradecimiento: "Gracias a Teresa (Donato) y Horacio (Marshall) como dice mi mamá, quienes escriben historias".
Con una seguridad arrolladora para la edad, "Tati" —así la llaman sus más íntimos, por pedido de ella— no se dejó convencer a la hora de ingresar al elenco de Atracción..., ni por su papá, quien se opone a una carrera de actriz para su hija. "Por favor, por favor te lo suplico, le dije de rodillas. Y me dejó", representa dramática. "Tengo la esperanza de que ella algún día escriba y no actúe", agrega, cómico, su padre.
Chiara Emma cuenta que instaló en la oficina de su madre "una oficinita para ayudarle a contar historias y darle ideas". Allí la imita y juega a escribir cuentos, "como el de una nena sin nariz que se enamora de un príncipe", dispara creativa y sueña con "actuar un día de mala, como Brenda" (Asnicar). Mientras se codea con la incipiente popularidad ("en el colegio y en un shopping el otro día me dijeron que me vieron en la tele", advierte), dosifica tanta energía entre las clases de baile en la escuela de Reina Reech, la TV y el jardín de infantes. Y regala una sinceridad brutal: "Mi único amigo en la tele es Darío Lopilato y Ciro (el apuntador). Los demás, no".
Fanática de la pantalla chica en general y de la actriz y cantante Miley Cyrus (Hannah Montana), sus padres cuentan que en un viaje familiar a Beverly Hills, un hombre con aspecto de magnate del espectáculo se acercó misterioso a ellos para darles un consejo: "Esta nena va a ser una estrella. Por favor, déjenla ser", advirtió exagerado y se esfumó sin aviso. A lo que esta niña "dinamita", atenta a cada palabra, agrega: "Me porto bien. Lo que más me gusta es el colegio. ¿Si soy igual que Simona? Yo no soy tan explosiva... en casa".
Fuente: CLARÍN
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