CHIQUITITAS 2006 { descripción de los personajes }

PERFILES DE LOS PERSONAJES
Chiquititas 2006
MAGALÍ/ LILI (Jorgelina Aruzzi)
“Una chiquitita con cuerpo grande”
Por su historia y su maternidad arrebatada, Magalí es una mamá protectora, amorosa y consejera cuando hace falta y por el otro, una nena traviesa que sigue únicamente los juegos y las aventuras que le propone su ilimitado mundo mágico.
El personaje que se armó para simular su identidad es un especímen extraño y casi incalificable ante los ojos de los demás:
Se viste y peina “raro”, respetando sus propios impulsos en cuestiones de moda y estilos”. Su estado de ánimo le dicta como tiene que vestirse: si está alegre, su ropa y accesorios son un estallido de colores y formas. Si está triste o malhumorada, su aspecto es el de una monja de clausura o una institutriz del siglo XVIII.
Es generosa, solidaria y justiciera. Si alguien está en problemas, aunque sea su peor enemigo, será la primera en ayudar y más de una vez la terminarán usando o pagando los platos rotos por salvar a los demás …
Le encanta bailar y cantar, vive inventando melodías y coreos que después lleva a la práctica con los chicos. Al igual que con su incontenencia verbal, tiene “incontenencia musical”, puede estar en una reunión importante con señores muy serios y si le surge una música, tiene que tararearla o hacer algunos pasos para no olvidársela, ante la pavura de los presentes.
Por algún tiempo la empresaria y el angel bufón se disputarán la personalidad de la “Señorita Manzanas”. El amor de los chicos, su desesperación por encontrar a su hija/o y el mundo mágico de la infancia perdida que acaba de recuperar, la atarán cada vez más al hogar.
Cuando la empresa familiar quiebre, la directora ejecutiva habrá desaparecido y Magalí se convertirá definitivamente en Lili.

MATEO STERNFELD (Gonzalo Heredia)
Mateo es el hijo menor del banquero Sternfeld, de Suiza. Su madre es argentina, y a raíz de eso él conoce y habla el idioma español perfectamente. Por supuesto que también habla francés, italiano e inglés.
Es un hombre de mundo de gran clase y seducción, que matiza con algunos resabios de joven criado en colegios aristocráticos. Nunca necesitó trabajar, pero su padre, preocupado porque pueda terminar convirtiéndose en un zángano cinco estrellas, decide encargarle una misión de negocios en Sudamérica. Y él se ha propuesto cumplirla cabalmente y demostrarle y demostrarse que puede ser algo más que un “joven agradable y mantenido”
Mateo llega con la orden estricta de su padre de cobrar la deuda que la empresa “Alto Valle S.A.” tiene con el banco familiar o ejecutarla. A él no le gusta este rol de verdugo, pero sabe que tiene que hacerlo.
Victor Garcés (el padre de Magalí y dueño de la empresa) se paraliza ante su llegada, pero al ver la “accesibilidad” del joven, cree que lo va a poder manejar y comienza a diseñar una estrategia con la ayuda de su mujer para extender al máximo la posible la ejecución de la deuda. Establecen una relación casi de amistad entrañable.
Al conocer casualmente a Lilí, como recomendada de Magalí en el orfanato, tendrá la vaga sensación de conocer a esta jovencita alocada, pero las cosas no pasarán de ahí. Tal vez Lilí, en medio de tantas confusiones, llegue a hacerle alguna confidencia respecto de su relación con Kili, y Mateo la oriente hacia la concreción de su romance con el cocinero del hogar, sin sospechar que Magalí y Lilí son la misma persona.

VICTOR GARCES (Ernesto Claudio)
Víctor Garcés ha sido toda su vida un empresario exitoso del sur argentino, en el rubro de las manzanas. Se ha casado dos veces. La primera con la mamá de Magalí, que lo hizo realmente feliz con su espíritu dulce y comprensivo hasta su muerte, y la segunda con Amalia Fernández Alcorta, una mujer sinuosa y atractiva que lo tiene totalmente enamorado.
Víctor vive casi siempre en el sur, pero también tiene un piso en Buenos Aires, donde se queda con Amalia cuando llegan de visita de negocios o de placer, o haciendo escala para viajes al exterior.
El está muy orgulloso de que su hija se haya convertido realmente en lo que él siempre soñó. No sólo una princesita codiciada sino una ejecutiva exitosa como él.
Su secreto: El fue quien tomó la decisión de llevar a Magalí adolescente al campo cuando quedó embarazada, y quien no dudó en quitarle el bebé diciendo que estaba muerto, entregándolo a un orfanato. También fue quien tuvo que confiar en su asistente Ramona Maichén, para que acompañara a su hija durante su embarazo, para después estigmatizar a la pobre mujer, haciéndola desaparecer en un lugar lejano, al darse cuenta de que ella por culpa podía contarle a Magalí la verdad. (Lo que él no sabe es que Ramona ya ha logrado hablar brevemente con Magalí, revelándole el terrible secreto). Don Victor, por lo tanto, se considera a salvo del posible odio de su hija por lo sucedido, y no siente peligro alguno de que el secreto de la existencia de su nieto/nieta se pueda llegar a conocer. (Ramona Maichén, o alguna de sus hijas podría llegar a aparecer cuando convenga a la trama para divulgar el secreto de Víctor).
En algún momento de la historia, Victor se enfrentará al dilema de revelar dónde está y quién es su nieto y estar en paz con su conciencia o seguir callando, sabiendo que cada que pasa, se distancia un poco más de su adorada Magalí.


PIERRE DEMONT (Alejo García Pintos)
Culto, inteligente, adorablemente social, tiene un manejo de las relaciones públicas que más de un diplomático envidiaría.
Cameleónico, puede cambiar de opinión y pensamiento al instante y salir airoso sin que el otro se de cuenta.
Ventajero, siempre está pensando que provecho puede sacar cuando conoce a alguien poderoso.
Servil, inescrupuloso, su escala de valores fluctúa constantemente según su conveniencia. Ejemplo: para justificar que hace trabajar a los chicos argumenta que es para que aprendan el valor del sacrificio y el trabajo.
Seductor, de lenguaje florido, sabe decir exactamente lo que los demás quieren escuchar, pero todo es de la boca para afuera.
Es un gran hipócrita de doble moral, se escandaliza cuando alguien toma el camino equivocado y muchas veces es él mismo, el que construye ese “camino” y empuja al otro a que lo transite.
A sus empleados sabe manejarlos, los envuelve y ellos piensan: “Qué bueno es el patrón”, pero los considera burros de carga que solo son útiles a sus fines.
Miserable al extremo, su situación económica actual potenció este rasgo.
Los chicos del hogar son como entes que se mueven delante de él y no sabe que hacer con ellos. Solo los registra cuando pueden generarle alguna fuente de ingresos. Para él son como pollos de un criadero: todos iguales, encerrados en una jaula, que molestan y hacen ruido.
Tratará de estrechar su relación con Magalí para usarla al extremo y hasta se impondrá “apreciar” a Lili, cuando toda su familia la odie, nada más que porque es la recomendada de su benefactora.

JULITA ANZORENA DE DEMONT (María Carambulai)
Frívola, tilinga, muere por brillar y que la reconozcan por lo que es: una dama patricia.
Gastadora compulsiva, los shoppings son su paraíso y la tierra prometida.
Manipuladora, puede ser adorablemente encantadora como su marido o una neurótica desbordada, que se impone a los gritos y amenazas.
Es depresiva, cuando algo le sale mal, puede pasarse un día entero en la cama con su antifaz negro anti luz. En esos días le molesta hasta que le respiren cerca.
Frustrada, insatisfecha, resentida. Vive organizando eventos, desfiles y fundaciones que nunca concreta por falta de inversores.
Descarga su furia con los chicos del hogar que le temen y la odian. Se regodea castigándolos o poniéndolos a trabajar como esclavos. Es una bruja despiadada con ellos.
Sus hijos le molestan pero lo disimula, rara vez los castiga, en realidad no le importa lo que hagan y menos si descargan su maldad contra los huérfanos, que los considera poco menos que infrahumanos. Solo se vuelve una leona si ve a sus hijos llorar, saca garras y colmillos y castiga sin piedad al causante del dolor de sus chiquitos. Ellos lo saben y usan su llanto sobreactuado para hacerla reaccionar.
Los huerfanitos son una mochila difícil de cargar para ella. Les encantaba tenerlos y lucirse ante sus amistades cuando tenían maestros y celadores abundantes que se ocupaban de ellos. Pero ahora son una verdadera plaga que si pudiera, exterminaría con sus propias manos y encima ella tiene que darles clase en la escuelita del hogar.

TERESITA GOMEZ (Mariana Briski)
Es la hija mayor de una familia campesina de once hermanos y prácticamente los crió a todos, postergando su propia vida por atenderlos. Sus padres fueron los puesteros de la estancia de los Anzorena, por lo que conoce a Julita de toda la vida.
Es fea, bruta, de modales bruscos, bastante dejada en su aspecto que la afea más todavía.
De carácter irascible, violenta, no tiene límites a la hora de castigar o vengarse de alguien.
No tiene muchas luces y a pesar de su dureza, compra fácilmente todos los buzones que le venden, aún los chicos.
Los años pasaron y Teresita seguía en el campo, marchitándose, juntando resentimiento y odio, hasta que un buen día Julita la manda a buscar para ofrecerle el puesto de celadora en el hogar recién fundado, teniendo en cuenta que había criado a las bestias de sus hermanos, era la persona justa para estar al frente de las bestias huérfanas.
Conciente de la fascinación que le provocaba la propuesta, Julita la maneja a su gusto y la convierte en sus ojos, sus oídos y su guillotina dentro del hogar. Le pide que extreme aún más su dureza, que nunca se deje conmover por esos negritos, que sea cruel y sádica, que su sola presencia provoque terror como una jauría de mastines asesinos.
Su poca inteligencia y su evidente ingenuidad, le impiden cumplir en profundidad este rol de policía nazi. Si bien es brutal con los chicos ( los llama con nombres de animales del campo: bueyes, gansos, chimangos, lechuzones, matungos) y goza cada castigo que les da, ellos le han tomado el punto y la mayoría de las veces la envuelven y se salen con la suya.
La llegada de Lili le trae el viejo estigma que la torturó toda su vida: la invisibilidad. La nueva no solo la opacará, sino que le mostrará como un letal cachetazo lo que ella nunca consiguió en la vida: tener un instante de felicidad y ganarse el cariño de los demás.

LUCAS RAMIREZ ,“KILI” (Gastón Ricaud)
Es el cocinero del hogar. Fachero, simpático, entrador, inquieto, hiperkinético, seductor. Se devora la vida a mordiscones y siempre como si fuera una fiesta que merece ser disfrutada a full.
Nunca quiso estudiar, terminó el secundario sorteando bochazos y amonestaciones por indisciplina. El siempre estaba pensando una nueva broma para hacerle a sus compañeros y profesores.
Sus padres no sabían que hacer para que sentara cabeza, lo único que le interesaba era divertirse, pasarla bien, salir con cuanta chica se le cruzara y nada más. Solo mostraba un poco de interés por la cocina, inventaba platos y hacía experimentos con ingredientes extraños, que generalmente le salían bien y los utilizaba como otra de sus temibles armas de seducción. Su madre vio que por ese lado podría encontrar una profesión digna y lo alentó a anotarse en una escuela de gastronomía para seguir la carrera de cheff.
Tiene mil novias y siempre está a la pesca de una nueva conquista. Más de una vez se meterá en líos con novios furibundos, hermanos celosos o padres castradores.
Kili es una bocanada de oxígeno en el hogar, todo humor, disparate y luminosidad, que solo es reprimido por los De Mount o Teresita (aunque él sabe como seducirla y aflojarla y poner en movimiento los ratones embalsamados de la celadora).
La llegada de Lili potenciará su energía desbordada y se convertirá en su compinche inseparable, aunque en algún momento empezará a reparar en ella con otros ojos. Percibe que Lili es su alma gemela y aunque parezca paradógico en semejante par de locos, Kili siente que ella es la única capaz de hacerlo sentar cabeza. El inconquistable cocinero descubre por primera vez que en la fiesta de la vida, el amor es el plato principal y se pondrá serio… pero completo e inmensamente feliz.

LUCÍA BERRUET (Mariana Richaudeau)
Activa, ejecutiva, bien plantada, formal, con cierto aire estructurado. Parece mayor de lo que es por la excesiva formalidad que la caracteriza.
Es la secretaria privada que don Garcés le asignó a su hija al asumir la dirección de la empresa. Las jóvenes no tardaron en darse cuenta que las unía algo más que una relación laboral…cada una tenía el dolor de una maternidad que no podía ser.
Lucía viene de una reciente ruptura de pareja, desgastada por los años pero fundamentalmente por su imposibilidad de quedar embarazada, a pesar de los miles de tratamientos a los que se sometió para lograrlo.
De una lealtad inquebrantable, es la única que conoce el secreto y los verdaderos objetivos de Magalí, y no solo es capaz de llevárselos a la tumba, sino que hará lo imposible por ayudar a su amiga a conseguirlos.
No es osada, sino todo lo contrario. Cree que si algo está bien planificado puede funcionar, pero se resiste a manejarse por impulsos. Le da miedo.
Cada vez que puede y que ella se lo permite, baja a la tierra a Lili, la ubica, la frena. Con la mejor de las intenciones y siempre desde el afecto, asume un rol de “Mamá-Super Yo” que hace recapacitar a Magalí y volverla a su centro…aunque esto durará muy poco…
El contacto con los chicos también limará su rigidez inicial y alguno de ellos le tocará profundamente el corazón. Alentada por Lili, pensará seriamente en adoptarlo. Inicia los trámites de guarda provisoria, comparte tiempos y salidas con su futuro hijo.
El conflicto surge cuando el chiquito/a que está por adoptar (ya veremos quién nos conviene que sea) comienza a sentirse desplazado por la llegada de ese intruso y temerá seriamente que su adopción quede en la nada, sufrir uno de los tantos abandonos que tuvo en su vida. Lucía con infinita paciencia tendrá que ganarse nuevamente su confianza y cariño y convencerlo que por primera vez tendrá una mamá y un papá de verdad, ya que piensa casarse con Tony y él está de acuerdo en adoptarlo.
Y hasta es posible que ahora que aprendió a relajarse, a entender que la vida le puede dar más de una sorpresa, Lucía pueda concebir su propio hijo y formar esa familia grande que siempre soñó.

LOS CHICOS DEL HOGAR
JUAN BENJAMIN FLORES, JUAN “PETARDO” (Stefano de Gregorio)
¡Y qué diez años!. Necesitaría una cuidadora sólo para él. Juan Petardo es un chiquito de la calle y tiene su nombre bien puesto. No para un minuto, no puede ir a ningún lado caminando, siempre corre. Cuando quiere decir algo que le parece medianamente importante, se para arriba de lo que tenga al lado, una silla, una mesa, una mesada. Sube las escaleras como un cohete y a veces también las baja de la misma manera. La celadora dice que lo va a atar a la pata de la mesa, porque la tiene harta. Cuando lo quieren retar o agarrar dispara a toda velocidad y no hay forma de encontrarlo.
La mamá, que ahora tiene veinticuatro años y que trabaja de doméstica, intentará volver a buscarlo, pero su situación precaria la llevará a pedirle a Lilí que siga teniéndolo en el hogar, y ella le hará visitas periódicas. Esas visitas se irán espaciando hasta que el chico sienta que perdió a su mamá por segunda vez. Cuando ella vuelva en circunstancias que luego se estudiarán, el chico se negará a recibirla, habrá adoptado como mamá espiritual y única a Lilí.

AGUSTINA ROSS, “AGUS” (Mariana Esposito)
Agus, como la llaman todos, es la única que no es huérfana, aunque ya no está tan segura. Vivió con sus padres hasta los once años en un hogar donde reinaba el amor, la comprensión y la creatividad. Su papá, un explorador de montaña y deportista andino y su mamá, antropóloga e investigadora, la estimularon desde chiquita a vivir en armonía con ella misma, inculcándole valores, aprendiendo a tomar sus propias decisiones y asumiendo responsabilidades, tal vez un poco exageradas para su corta edad, pero que fueron forjando una personalidad que hoy asombra por su madurez.
Hace poco más de un año a sus padres los invitaron a trabajar a los Andes peruanos para investigar un nuevo yacimiento de momias incaicas recientemente descubierto. Esta propuesta no solo les reportaría importantes ingresos, sino también catapultaría sus carreras a nivel mundial. Pero el problema es que a ella no podían llevarla y fue dejada en el orfanato.
Agus es un poco la mamá de todos, siempre está atenta a lo que necesitan y trata de confortarlos. Los más chiquitos la siguen todo el tiempo y ella parece una gallina con sus pollitos.
Es creativa al máximo. Siempre está inventando juegos o actividades para pasarla bien entre todos. Es una fuente de amor que cuando piensa en ella misma, se debilita
y se da cuenta que está muy sola, porque nadie puede darle la contención que ella le brinda a los demás.
Lili la contendrá como si fuera su mamá. Agus es la primera en ver sus sueños en el techo mágico y se lo transmitirá a los demás. Lili la estimulará a que deje de asumir responsabilidades que no le corresponden, que se ocupe de ella, que se saque ese pesado traje de adulto que ya empieza a asfixiarla y que viva como lo que es: una nena de doce años.

PAULA GONZALEZ (Nicolle Poper)
Son los once años de una chica de la calle que ha tenido que vérselas sola, o casi sola -por suerte siempre tuvo cerca a su hermano Tábano-. Paula es de tomar decisiones drásticas. Ella fue quien alentó a Tábano a huir cuando murió su madre y quedaron solos a expensas de un padre alcohólico y golpeador en una villa de Rosario. ¡Pediremos limosna! –dijo sin inmutarse, ante la actitud indecisa de él. En el camino hacia aquí se juraron nunca separarse, y a pesar de que muchas veces pelean como perro y gato, siempre vuelven a su juramento inicial.
Paula busca ser poco femenina y lo logra. Su vida en la calle a expensas de los atropellos de la gente, le ha enseñado que cuanto más atractiva se ponga a los ojos de los chicos y no tan chicos, más expuesta estará a los abusos. Llega a fastidiarse con algunas de las chicas cuando ve que ellas se interesan por estar lindas. Oculta su belleza, e incluso se afea a propósito para pasar desapercibida. Cuando le llegue el momento tendrá que luchar contra este rasgo de su personalidad para encontrar su propia manera de agradar.

SERGIO GONZALEZ, “TÁBANO” (Juan Pedro Lanzani)
Es el hermano de Paula. Se hizo rudo y pendenciero en la calle para sobrevivir.
Su sola presencia intimida, además de sus músculos en pleno crecimiento que lo hacen imponente, tiene una expresión permanente de “Cuidate, porque a vos te la tengo jurada” que asusta, pero en el fondo es bonachón, noble, capaz de jugarse por un amigo y por los que quiere como nadie.
Es mano larga, siempre tiene el coscorrón listo para aporrear a sus amigos, demostrándole así su afecto o para embocar de un piñón a alguien que le hizo alguna trastada.
Canchero, sobrador, molesto, indisciplinado, burlón, parece no tomarse nada y a nadie en serio.
Tábano tendrá un romance fugaz con Miki, que terminará bruscamente porque ella lo volverá loco con sus demandas y asfixia constante. Pondrá los ojos en Vale, a pesar suyo porque sabe que es la archi rival de su hermana y esto le traerá más de un dolor de cabeza, pero le gusta y no lo puede evitar. Ambos terminarán en un romance impetuoso y de antología. Sin quererlo, nuestro héroe se verá envuelto en una intriga de polleras en la que también participará su hermana para alejarlo de Vale.
Finalmente se termina enamorando de Agus con quien vivira un eterno amor.

MICAELA CORTÉS, “MIKY” (Eva Quatrocci)
Miki es enamoradiza!!! No puede parar de inventarse novios y cositas para agradar. En su imaginación no hay galán de novela que se le resista, no hay chico del colegio que no le haya hecho ojitos. Cree en el amor ideal y eterno, y único, y esto provoca las risas de las demás: Cómo vas a creer en el amor único si estás enamorada de tantos? Ella no les hace caso, se desplaza como una gacela de espejo en espejo, atenta a su propia mirada –a veces lánguida, a veces pícara-, ensayando la pose de revista de modas que pueda favorecerla más para sus fantaseadas aventuras amorosas.
Coqueta hasta el delirio, necesita cambiar de ropa por lo menos dos veces por día. Claro que, como esto no será posible en el hogar dados los escasos recursos y que todos llevan uniformes, tratará de compensarlo buscando accesorios diferentes y así sentirse única, atractiva, divina. Que una chalina improvisada, que un aro perdido y encontrado justo a tiempo, que una coronita… de hojas frescas aunque sea, con tal de sentir un flash de glamour.

DAMIAN LERNER “JULEPE” (Facundo Aguilar)
Se ganó ese sobrenombre porque es un compendio del miedo en todas sus formas y variantes. Con sus pocos años, tiene un pasado tormentoso que le marcaron a fuego su personalidad. Su madre mentalmente desequilibrada luego del abandono de su marido, culpaba a Damián de sus desgracias y le daba castigos brutales, encadenándolo en un galpón oscuro por días. No lo golpeaba pero era sometido a violentas torturas psicológicas, diciéndole que lo dejaba ahí para que se lo comieran las ratas, los monstruos, los fantasmas y las brujas.
Consume películas y comics de terror e historias de aparecidos, regodeándose morbosamente con sus contenidos, hasta convertirlos en hechos reales. Es un masoquista.
Julepe es lindo y a medida que crece se está poniendo cada vez más guapo. Las chicas de su edad (del hogar y de afuera) comienzan a fijarse en él, y despierta más de un suspiro a su paso. El no entiende bien que les pasa a ellas con él, hasta que se da cuenta que… “Todo es una conspiración femenina para secuestrarlo, cortarlo en pedacitos, hervirlo a fuego lento y servirlo como plato principal en la reunión anual de la Confederación de Monstruos Perseguidores de Julepe ”… y por supuesto entra en pánico y huye de ellas.

VALERIA SANSIMON, “VALE” (Candela Vetrano)
Fue abandonada en el momento de nacer. Su madre escapó del hospital ni bien la tuvo y no se volvió a saber de ella. Se crió en distintos orfanatos y por distintas circunstancias fue trasladada de un hogar a otro, sin poder establecer vínculos con sus compañeros, ni con sus maestros o celadores.
Su falta de lazos afectivos con el mundo que la rodeaba, la aislaron de los demás chicos y un solo sueño la acompañó desde muy chiquita: ser adoptada por una familia rica y convertirse en la niña consentida de la casa.
Su relación con Lili es distante y siempre en guardia, no la compra como los demás porque sabe que Teresita la odia y Julita no la soporta… “y los enemigos de los poderosos, son también sus enemigos”
Lili se esforzará por integrarla a sus juegos y aventuras y más de una vez, Vale caerá seducida por su magia, pero inmediatamente toma distancia… “no sea que sus protectoras vean que se pasó a la vereda de enfrente”
La ruptura con Tábano le provocará el dolor más profundo de su vida, esto la volverá más dura y despiadada que antes, pero también irá creciendo y en el final del camino, Vale se dará cuenta que “vale” la pena intentar ser una mejor persona.

FEDERICO ROMERO, “PULGAS” (Gastón Sofritti)
¡Pulgas, pulgoso, pulguiento, roñoso! –este cantito se escucha a diario en el orfanato. Qué lucha con este chico que no se quiere bañar…
Pulgas es el típico tiro al aire, para él todo es light, su reino es el de la despreocupación. Y su primer despreocupación es su propia persona, nada de limpieza, nada de estudio, nada de esfuerzo. Sus lemas, según las circunstancias, son: ¿para qué te vas a complicar? ¿para qué te vas a bañar? ¿para qué vas a estudiar? Y si se llega a poner serio, puede decir, Mirá, si me fuera a poner mal por todo, ya estaría muerto.
En su paso por el hogar, no sólo tendrá que aprender a bañarse -cuando le guste una chica al menos…-, sino a dedicarse a las cosas con interés por su propio bien. Tendrá que aprender a tener paciencia, a esperar, a disfrutar de un logro con esfuerzo.
Pulgas viene de un reformatorio. (De ahí tal vez su afición y dominio de la situación del sueño: el único momento de libertad).
Nadie sabe quiénes fueron sus padres y, por sus antecedentes, nadie lo quiere adoptar. Su gran desafío será lograr integrarse a una familia por mérito propio. Y en esto tendrá un papel fundamental el apoyo y la confianza que Lilí depositará en él, aún a costa de grandes riesgos para ella. La satisfacción que le dará la evolución de Pulgas será inmensa.

LUNA CAIROLI (Camila Castro)
Luna tiene siete años, y es una muñeca frágil. Dulce como un caramelo, su expresión es la de un ángel de ojos grandes. Su cuerpito delgaducho y la tos que nunca la abandona, hace que quien se le acerque sienta de inmediato la necesidad de protegerla. Coincidentemente tiene la edad de la hijita perdida de Magali-Lilí y esto hará que nuestra heroína la sienta suya al instante de conocerla.
Luna sabe que su mamá murió, pero a la vez tiene una idea muy vaga de lo que puede ser la muerte. Por eso, al conocer a Lilí, le pregunta espontáneamente “Mamá, sos vos?”, como si la sintiera reaparecer en su pequeño mundo. Con el tiempo fantaseará que Lilí podría ser su mamá porque, entre otras cosas relacionadas puramente con el afecto y la empatía entre ambas, la nena la ve a Lilí muy parecida a su muñeca.
Lilí se verá envuelta en un juicio por la permanencia de la nena en el hogar, ya que el tipo es probadamente abandónico y mal bicho, y luego de muchas idas y vueltas la justicia dictaminará a favor del deseo de Luna. Pero la historia no termina aquí. Luego del juicio, Lilí recobrará las esperanzas de que Luna sea su verdadera hija, al descubrirse que el “papá” de Luna era en realidad su padre adoptivo.

MANUEL SIERRA, “NANO” (Ricardo Aiello)
Los orígenes de Nano son inciertos. Solo se sabe que hasta los seis años estuvo al cuidado de una “madre de crianza”, pagada por el estado, de la que tiene un vago recuerdo. Todo transcurría normalmente hasta que ocurrió el accidente: un auto lo atropelló a la salida del colegio y su historia cambió para siempre. Los médicos lograron salvarlo pero le dieron pocas posibilidades de que volviera a caminar. La madre de crianza renunció al enterarse del diagnóstico: “Hacerse cargo de un chico paralítico era demasiado trabajo para ella, y menos con la miseria que le daban de subvención”.
Los especialistas comprobaron con asombro que el chico tenía una inteligencia superior a la normal, que superaba las estapas de aprendizaje a pasos agigantados y una avidez por saber cada vez más que conmovía. Muy pronto leyó y escribió fluidamente y mostró una capacidad analítica única para las matemáticas y ciencias. Tal vez por esta constante estimulación intelectual que lo llevaba a superar ecuaciones y fórmulas complicadísimas o porque su destino estaba escrito, un buen día las piernas de Nano comenzaron a moverse. Y comenzó la rehabilitación…
Es un científico en miniatura. No hay artefacto que no pueda arreglar y máquinas que no se atreva a inventar. Es metido para adentro, para él el día tiene 72 horas y nunca registra la hora de comer, de la merienda o de irse a acostar. Las coordenadas de su tiempo las marcan el resultado de sus investigaciones, algún nuevo aparatejo que acaba de inventar o las tres mil páginas web que consume por día cuando consigue meterse en la PC del escritorio del hogar.

ANITA DE LOS SANTOS (Guadalupe Anton)
Anita es un “bichito raro”. Muy seria, juiciosa y disciplinada. Tiene una mirada tímida detrás de sus anteojos redondos, que le cubren esos ojitos de estar siempre como rezando. Es profundamente religiosa.
Fue abandonada en un convento/orfanato de monjas cuando era un bebé. Las Hermanas de la Caridad la criaron en una vida casi monacal. Estuvo en guarda por un año, pero sus padres adoptivos la devolvieron porque creyeron que no era normal... es que Anita por aquel tiempo se parecía más a un robot inanimado que a una criatura humana. Durante ese lapso, su lugar en el orfanato de las hermanas fue ocupado por otra nena y ella fue trasladada a nuestro hogar.

FERNANDO BULASSINI, “FERCHO” (Guido Penelli)
Fercho siempre tiene algún bolazo para decir. Fabulador y versero, inventa mentiras más grandes que una casa, aunque sin maldad.
Entre sus aficiones está la de creerse periodista y quiere hacer un diario en el orfanato. (Claro que su ídolo de la noticia podría ser cualquier famoso conductor de programa de la farándula). Y por supuesto que será él quien se ocupe de las notas, divulgando “secretos” inventados. Esto será interesante para los demás chicos cada vez que alguno quiera sacar algo de mentira-verdad, y entonces Fercho se convertirá en el gran aliado.

LOS CHICOS DE MOUNT
MARCEL DEMONT (Luciano Ruiz)
Es un turrito!! En él se cumplen y duplican las máximas del dicho que reza: “ De tal palo…”. Marcel no se conforma con ser solo una astilla, quiere superar al palo y convertirse en árbol…
Es muy inteligente y observador. Al igual que su hermanita, siente que el resto de la humanidad nació para servirlo y que los huérfanos son una especie de esclavos que pertenecen al patrimonio familiar.
Se aprovecha de ellos cada vez que puede, pero zorro y rapidísimo como es, no se hace odiar como la tonta de Thiarita, él se los gana con simpatía y seducción y los teje en su telaraña, amparado en la impunidad que le da su nombre.
Es el preferido de Pierre y comparten salidas de “hombres”. Pero De Mount no lo lleva a la cancha o a pescar como haría cualquier papá, sino que lo trae a las reuniones de negocios, a los encuentros del Jockey, a la Bolsa. Marcel escucha y observa todo con atención, aprende como una esponja a hacer bicicletas financieras, negociados y demás “preciosuras”. Y aunque no entiende muy bien de que hablan, él estudia los tonos de voz, las miradas, los gestos y sabe exactamente que alguien está siendo estafado en esa charla.
Sueña con ser un gran empresario multimillonario y todo lo que esté dando vueltas alrededor suyo es factible de convertirlo en dinero. Si es capaz de vender hasta su propia hermana, ni pensar lo que puede llegar a hacer con los chicos del hogar.
Marcel es un estafador adorable, y por supuesto, no deja de ser un nene de diez años que es lo que es porque lo “mama” de su propia familia. Toda esa seguridad mundana con que se mueve para engañar a los demás, se derrumba como un castillo de naipes
ante una caricia sincera (Lili lo puede y eso le da rabia, pero siempre cae seducido por ella) o una invitación a jugar o a volarse en el mundo de aventuras que se respira en el hogar.
Marcel es un chico como cualquier otro, que por sus orígenes y formación, en lugar de querer parecerse a un superhéroe de aventuras, sueña con ser Donald Trump.

THIARITA DEMONT (Delfina Varni)
Thiarita de Mooonttt, anchanteé…! , así se presenta extendiendo la mano como una reina esta personita consentida, caprichosa, mandaparte y peleadora de ocho años. Es una burda caricatura de su mamá que alimenta su tilinguería como si le inculcara los más altos valores morales y espirituales. La nena imita y extracta lo peor que tiene su mami y lo larga sin ningún filtro. Julita por lo menos puede ser políticamente correcta cuando algo le desagrada y callarse la boca. Thiarita no: siempre expresa lo que piensa, y casi nunca es algo bueno.
Es competitiva y envidiosa hasta con su sombra. Si a otra nena le gusta un chico, ella obliga “al galancito”a que le diga a todo el mundo que es su novio, para embromar a la otra. Si es testigo de algún acto heroico de Tábano en defensa de su hermana, ella obliga a Marcel a que se juegue por ella. Su hermano la saca volando y la deliciosa Thiarita lo buchonea con su mamá para que lo castigue.
Cuando quiere algo, Thiarita lo hace notar de inmediato. Patalea chilla y se revuelca por el piso si es necesario, para después –obviamente- culpar a otro de las manchas que quedaron en su ropa.
Es egoísta, todo lo quiere para ella. Muestra sus juguetes y describe con deleite la forma en que funcionan, pero es incapaz de prestarlos. Tiene una escalerita con forma de torre Eiffel, que le encanta y pobre del que se la llegue a usar!
Cuando la castigan por algo, no para hasta lograr que alguien que está “por debajo” de ella, corra la misma suerte.
En resumen, Thiarita es semilla de maldad. Y Lilí, con su espíritu juguetón y comprensivo, logrará por momentos sacar de ella ese rayito de luz que cualquier niño lleva adentro, a pesar de la educación y crianza deformadas que recibe de sus padres.

9 comentarios:

romina dijo...

quiero quesiga asi chiquititas te amo tabano te kiero

Anónimo dijo...

tabano se llama nicolas ramirez, no sergio gonzales

CaRoLiNa dijo...

Amo a Lunita!! Era mi personaje preferido <3
InFaNcIa en 3, 2, 1... jajaja
Cami Castro<3

Marcos dijo...

Faltan mas personajes!!

martina dijo...

algunos están mal las descripciones y otros el nombre o apellido!

Anónimo dijo...

La mayoría de las descripciones están mal,hay cosas que no pasaron

Anónimo dijo...

el nombre de kili es Lucas Rodrigez

Anónimo dijo...

No sabes nada sobre chiquititas

Anónimo dijo...

están mal algunos nombres de personajes y descripciones. Primero: Vale: su mamá no la abandona al nacer. La abandona cuando ya tiene cierta edad y después de tener a su segundo hijo (Juan Manuel, Petardo su hermano perdido) no sueña con convertirse en la hija consentida de ninguna familia rica ya que lo que la vuelve mala es el haber sido separada de su hermanito que era lo que más amaba en su vida y ayudó a criar hasta que la madre la abandona. Segundo: Ramona Maichén no existe. El personaje de la desconocida que le da el dato a Magalí de su bebé es Rosalía Pérez. Tercero: También se están olvidando de Betiana. Cuarto: Lucía no intenta adoptar a ningún niño y no se casa con nadie al final de la serie ya que muere en un accidente de montaña o algo así. Quinto: Quili se llama Lucas Rodríguez y no era un desocupado sin oficio como dice arriba sino que antes de dedicarse a cocinar era médico. Sexto: Mateo se llamaba Mateo Fombawer o como se escriba. Séptimo: la mujer de Víctor Garcés no se llama Amalia sino Bárbara.

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